Ayer fui al Museo Pedagógico de Aragón. Está en Huesca, en la plaza López Allué.
Fue muy chulo porque había un montón de cosas de las escuelas de antes: fotos, libros, juguetes, máquinas de coser, máquinas de escribir, murales, pupitres, una imprenta....
Había cuadernos que habían escrito con muy buena letra y ¡aún encima con pluma, no con lápiz!
También vimos una colección de cuentos muy pequeños que se llamaban cuentos de Calleja y cuando se los leían se los intercambiaban.
Los pupitres llevaban un agujero para poner un tarrito con tinta, eran de madera y llevaban el banco unido a la mesa, que llevaba una tapa y cuando se levantaba quedaba un hueco donde guardaban las cosas.
También había globos terráqueos de antes y como un "chisme" que servía para explicar el día, la noche y los movimientos del planeta Tierra.
Me gustó mucho. Si hubieran ido mis abuelos se lo hubieran pasado pipa porque recordarían cuando ellos iban a la escuela.
Alex Ainsa Royo