"Los niños y niñas de alternativa a la religión, hemos hecho nuestros propios barrios. Para ello hemos tenido que pensar en lo necesario y en lo que nos gustaría que hubiera, tanto cosas imaginarias como ya hechas. Además hemos tenido que plasmar nuestras ideas en pequeños papeles que luego uníamos. Al final hemos tenido que hacer una hoja en la que se aclaraba todo lo que habíamos puesto y porqué. Nos ha parecido un trabajo costoso y difícil pero nos dimos cuenta que era creativo y divertido."
Todos tienen algo en común, que son muy divertidos para los niños y contienen soluciones muy ingeniosas, pero también tienen un pequeño problema, se olvidan de que en el barrio tienen que vivir otras personas además de ellos. En cualquier caso han mostrado mucho interés para realizar la tarea y demuestran que cuando los mayores urbanizan tienen que pensar en ellos.